viernes, 25 de enero de 2008

El hombre que se transformó en sol (Guatemala)


Hace miles de años, cuando el día era todo igual, cuando no había ni mañana ni noche, la luz nació de un joven que se transformó en sol. Según cuenta la leyenda, todo comenzó un día en que el muchacho caminaba por el bosque. Venía desde muy lejos y ya tenía los pies cansados.

- Tengo que encontrar un lugar para descansar. Aquél parece un buen sitio –pensó al ver un enorme y frondoso árbol-. En una de sus ramas dormiré un rato.

Se subió al árbol y quedó sumido en un profundo sueño.
Mientras dormía un grupo de mayas acampó bajo el árbol.
Encendieron una hoguera, asaron carne, comieron y se pusieron también a dormir.
El joven se despertó con el ruido de sus ronquidos y bajó para echar un vistazo.
Con gran sigilo, probo un poco de la carne que habían dejado los indígenas.
Cuando se disponía a emprender de nuevo su camino, se percató de que había en el suelo un enorme baúl.
No pudo resistir la tentación y lo abrió.
Dentro había hermosas ropas, hechas con el más fino algodón y bordadas con llamativos colores. El muchacho comenzó a acariciar los tejidos mientras los mayas seguían durmiendo.

En el fondo del arca encontró un hermoso traje rojo y naranja.
Se quedó impresionado por su color tan brillante y, emocionado, se lo puso.

-Me queda perfecto, parece estar hecho a mi medida-

En ese momento sintió que su cuerpo empezaba a temblar, sus pies comenzaron a moverse por sí solos, haciendo delicados pasos de baile.
Cada vez bailaba más rápido y mejor ¡parecía que volaba! Saltaba, hacía piruetas y gritaba, estaba cada vez más descontrolado.
Como hacía tanto ruido, todos se despertaron. Al principio sin saber que hacer.
En ese momento la mujer más anciana del grupo dijo:

-No tengáis miedo, dejad que las cosas sigan su curso natural.

El joven seguía danzando sin parar, alejándose por entre la maleza, hasta llegar al borde de un precipicio que parecía separar el cielo de la tierra. Estuvo bailando al filo del abismo hasta que perdió el equilibrio y cayó.
Sin embargo, en lugar de precipitarse en el vacío, lo que ocurrió fue que el muchacho, cada vez más brillante, comenzó a volar hacia el cielo.
Voló tan alto que acabó por convertirse en un círculo naranja y luminoso que irradiaba luz y calor a toda la tierra.
¡Se había convertido en sol!
Hay quienes dicen que en el corazón del sol todavía está el muchacho bailando y vigilando que el mundo este iluminado todos los días.
Ilustraciónes de German Martinez Fernanadez 5 años infantil Sagrado Corazón de Jesús (Tutora: Chelo) y de Tomás de Tena, 5 años infantil S.C. de Jesús (Tutora Mari Carmen)
Nuevamente me disculpo ante los pequeños y pequeñas que ilustraron y cuyos trabajos no aparecen en el blog, pero les insisto, de a poco iré exponiendo trabajos y fotografías de ambos centros, pues tod@s merecen un espacio aquí.