domingo, 28 de junio de 2009

El arte de contar cuentos


Después de una de mis últimas lecturas, como es lógico y necesario, viene la reflexión.
Contar cuentos ¿para qué, por qué? A vox populi se sabe que los cuentos son a la infancia lo que el trabajo es a los adultos. Una experiencia necesaria para crear cimientos sólidos de carácter, de personalidad y sociabilidad, pero lamentablemente no se reconoce como tal y hay quien duda de este antiguo arte, como duda de sí mismo.
Quien no haya escuchado un cuento en su niñez carece de un universo de sueños sostenido en la creatividad y en la tradición de culturas tras culturas, de generaciones tras generaciones.
Poetas griegos, trovadores franceses, juglares españoles fueron entre muchos otros la antesala de los nuevos narradores, aquellos que empezaron contando cuentos en la niñez a algún amigo, o a sus muñecas, o al osito de felpa compañero de cama en las noches de invierno… esos que en su edad adulta apenas recuerdan cuando fue la primera vez que contaron, pero que saben que contar es vivir. Esos que han hecho de la palabra una historia y de la historia el arte, por que contar es fácil, cuentas tú y cuento yo, pero hacerlo con arte, hacerlo desde dentro, inserto en el cuento extrapolando la imagen a tus ojos, a tu mente hasta hacerlo nítida en ella, de manera que formes partes de la historia y que la historia forme parte de ti…ese, ese es el verdadero arte de contar cuentos.
¿Cómo se hace? Además de tener el don o talento si prefieres llamarle así, se puede intentar teniendo la intención (en la fotografía es evidente) y siguiendo algunas pautas que compartiré contigo en los siguientes post.
¿Me sigues?
Abrazos miles.

1 comentario:

Carmen Ibarlucea dijo...

Ok... te sigo, y te espero impaciente.