martes, 10 de febrero de 2009

Premio Mimo




Desde el blog de Emmanuel, que es un adolescente historiador increíble, nos llega el premio Mimo. Este premio es otorgado junto otros siete blogs.
¡Estamos encantados!


Pero este premio tiene unas normas:1: escribir una lista de 8 cosas con las que sueñas.
Uyyyy, esto va a ser difícil, porque ocho se me hacen pocas, pero empiezo por las más difíciles.
I. Deseo que la humanidad entera desee el bienestar de tod@s.
II. Deseo que la felicidad se encuentre a la vuelta de la esquina.
III. Deseo que la base de la educación sea que somos valiosos sólo por existir.
IV. Deseo que las posibilidades de la modernidad sean realidad para tod@s las personas.
V. Deseo que las personas no deseen tanto y deseen mejor.
VI. Deseo escribir y publicar algún sueño.
VII. Deseo saber más y decidir mejor.
VIII. Deseo escribir una canción, y que alguien le ponga música y la cante por supuesto. (Esto vale por un deseo ok)

2: Premiar a otros 8 blogs.
Estos son blogs por los que me suelo mover un poco en las sombras (sin comentarios en la mayoría), pero de los cuales voy aprendiendo (es uno de mis sueños, ahhhh!!! ¡Se cumplen!).

I. http://historiasvariopintas.blogspot.com

3: Comentar el blog que te dio el premio.

Esto es lo más fácil, pues la historia siempre me ha gustado y desde que Emmamuel decidió crear su blog, me he hecho asidua a el, porque aprendo realmente historia como me gusta aprenderla. Es un blog interesante, entretenido, siempre novedoso, en fin, demasiado recomendable.
4: y avisar a los blogs que vas a premiar.

¡En eso estoy, calma que son muchos!

Gracias a Aprendiendo Historia por mimarnos tanto. Y en hora buena a los blogs citados pues todos merecen ser mimados también por vuestro valioso aporte a la familia bloguera.
Cariños para tod@s

lunes, 2 de febrero de 2009

La liebre y la tortuga


¡Que bonita es está fábula! dicen que es de Esopo, pero bueno, dicen tantas cosas.
El asunto es que a niños y niñas encanta. Algun@s quieren ser liebres, otr@s tortugas, porque a pesar de la competencia, saben que cada cual tiene sus virtudes.

En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz. Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga.
-¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -decía la liebre riéndose de la tortuga.
Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre.
-Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo.
-¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre.
-Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy divertida, aceptó.
Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos.
Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura!
Luego, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo.Se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar.
Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre aprovechó para burlarse de ella una vez más. Le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha.
Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga siguió caminando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida.
Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera.
Aquel día fue muy triste para la liebre y aprendió una lección que no olvidaría jamás: No hay que burlarse jamás de los demás. También de esto debemos aprender que la pereza y el exceso de confianza pueden hacernos no alcanzar nuestros objetivos.




Un abrazo y nos estamos leyendo.